Sí, qué debo decir. Me sentí muy conmovida y agradecida cuando recibí este premio.
El día que se tomó esta foto estaba en un recorrido fotográfico.
Me acomodé sobre una pila de troncos al borde de un bosque.
Cámara lista, esperaba algunas buenas fotos de aves rapaces nativas.
Sí y de repente en el silencio escuché un extraño susurro. Poniéndome nerviosa, miré a mi alrededor, pero no había nada.
A través del visor de mi cámara volví a observar lo que sucedía en el cielo. Y, sin embargo, había algo que no estaba allí antes.
En la esquina derecha de mi ojo vi a este pequeño mirándome con curiosidad.
De repente sentí calor. La situación era completamente surrealista.
En silencio comencé a hablarle en un tono tranquilo. Oye pequeña, quédate hasta que te tome una linda foto.
Lentamente, en cámara lenta, me giré para mirarlo, cámara lista.
Todavía estaba allí y conseguí mi foto.
Y mi corazón de fotógrafo estaba acelerado y saltando de alegría.
Sí, lo tengo, esa foto que todos queremos. Una foto que no se obtiene todos los días. ¡Fue simplemente mágico!